lunes, 1 de abril de 2013

Peles & Neuschwanstein


El castillo Peles fue construido como residencia de verano por el monarca rumano el rey Carol I, que murió y fue enterrado aquí en 1914, pocos meses después finalizada la construcción del castillo.
La construcción del castillo de Peles se inició en 1873 bajo la orden directa del arquitecto vienés Doderer Wilhem y fue seguido en 1876 por su ayudante, Johann Schultz de Lemberg. Durante 1877-1879, debido a la guerra que abandonaron el trabajo. El castillo de Peles fue inaugurado el 7 de octubre de 1883.
El castillo de Peles fue el primer castillo en Europa en contar con calefacción central y electricidad. 


El Castillo de Neuschwanstein está ubicado en el estado alemán de Baviera, cerca de la frontera de Alemania con Austria. Fue mandado construir en 1866 por el rey Luis II de Baviera, también conocido como 'El Rey Loco', con el fin de reproducir la arquitectura medieval y rendir homenaje a las óperas de Wagner. Cuando el rey murió en 1886, el castillo aún no estaba terminado.
Luis II siempre había querido un castillo medieval, por lo que Neuschwanstein fue construido en un estilo neogótico. Pero a diferencia de los auténticos castillos medievales, éste poseía sistema de calefacción, agua corriente e inodoros automáticos.
Sin embargo, el rasgo más distintivo del castillo es que fue diseñado para ser un escenario para las óperas de Wagner, tanto en sentido literal como figurado. Algunas habitaciones se diseñaron explícitamente como lugares en los que se pudiera representar una ópera, y en todas las estancias y en el corredor del castillo, la arquitectura y las obras de arte reflejan la mitología alemana que constituyó la base de las óperas wagnerianas. Una de las habitaciones más destacadas es la llamada 'La Gruta'. En realidad es una cueva artificial increíblemente convincente, con estalactitas y una cascada. La Gruta fue creada para representar la ópera de Wagner 'Tannhäuser'.  
Cuando se inició la construcción, las estimaciones señalaban que el rey podría ocupar el castillo en unos tres años. Pero los trabajos se desarrollaron a un ritmo muy lento, y más de una década después aún no habían finalizado. Wagner murió en 1883 causando tremendo dolor a Luis II, por lo que el compositor jamás llegó a poner un pie en el interior del castillo que se había construido en su honor. Algún tiempo más tarde el rey decidió trasladarse allí, a pesar de que la estructura estaba aún sin terminar y de que el salón del trono no estaba acabado. Pero solo residió allí durante once noches; después Luis murió en circunstancias sospechosas, a la edad de 41 años. 
Las obras del castillo continuaron durante ocho años más, y cuando finalmente se detuvo a los constructores, solo un tercio de las habitaciones se había acabado y decorado. Sin Luis II, Wagner nunca podría haber logrado los éxitos que obtuvo, y sin Wagner, Neuschwanstein nunca se habría construido. El Castillo de Neuschwanstein fue abierto al público siete semanas después de la muerte del rey Luis II de Baviera, y en la actualidad es uno de los principales destinos turísticos de Europa.  

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