Durante las vacaciones de verano la mayoría de nosotros nos vamos de vacaciones y nuestras plantas quedan en casa al cuidado de alguien o solas...
Pero no hay que hacerse mucho problema!, aquí te presentamos algunas alternativas:
* Cuerdas de algodón trenzado: introducir un extremo de la cuerda en un cubo de agua y el otro, enterrado en la tierra dentro de las macetas. Por capilaridad, la planta irá bebiendo el líquido que vaya necesitando.
* Botellas de agua para autorriego: llenamos una botellita de agua y cerramos el tapón, al que habremos hecho previamente un agujero. Enterrada boca abajo en la tierra irá suministrando poco a poco agua a la planta.
* Programador de riego: si tenemos un jardín demasiado grande,
seguramente el truco de las botellas no sea de utilidad. En este caso,
lo mejor es recurrir a los programadores de riego. Los últimos modelos
son capaces de analizar la tierra y saber si necesita agua.
* Gel de agua: este nuevo sistema permite olvidarnos del riego
durante un mes entero. Lo único que hay que hacer es depositarlo cerca
de la planta, junto a la tierra, y poco a poco se irá deshaciendo, aportando a la planta todos los nutrientes que necesita.
No hay que olvidar que el sol directo del verano es enemigo de
las plantas de interior. Pero tan nociva es la luz directa como la
ausencia de la misma. Por eso, intentaremos dejar las plantas en una
habitación semioscura donde el sol no incida de pleno sobre el follaje.
Agrupándolas y cubriéndolas con un plástico también evitamos la
evaporación y conseguimos que retengan mayor cantidad de agua. A la
vuelta estarán sanas y salvas, listas para tus cuidados diarios y para
seguir disfrutando de ellas durante un verano más.
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